El Real Madrid ha sacado tres importantísimos puntos en su visita al estadio de los Periquitos y le ha recortado dos puntos al Barcelona que empató ayer ante el Racing de Santander. No hay duda de que el fútbol del Madrid es un gran abanico de sensaciones, desde la más contundente de las victorias ante la Real hasta la agónica victoria de hoy frente al Espanyol. El gol de Marcelo les permite soñar a estas alturas de la liga con el campeonato que desde el principio la luchan los de Mourinho y los de Pep.
El Madrid dejó jugar al Espanyol que desplegó un fútbol valiente y despreocupado pero el Madrid imprimió mucha más velocidad y potencia que su rival. Xabi Alonso fue fundamental en la victoria de su equipo creando juego y asistiendo a Cristiano, Adebayor y Marcelo, que se movían como pez en el agua entre los defensas del Espanyol, que estuvieron toda la noche despistados e imprecisos.
La justa expulsión de Casillas al a los dos minutos de partido hizo que Mourinho se replanteara el encuentro, de esta forma Di María salió del campo para que ocupara la portería Adán y Özil se desplazó hasta la banda derecha, en la que estuvo el resto del partido. Uno de los futbolistas destacados del encuetro por su gran trabajo fue Adebayor, el futbolista del equipo que presiona con más interés, intensidad e inteligencia.
Mientras los dos equipos se adaptaban a la nueva situación, el protagonismo del choque perteneció a Khedira, que se dejó ver con una desacostumbrada frecuencia en el área rival. Primero cabeceó fuera un córner lanzado por Özil mientras Baena le agarraba sin disimulo dentro del área y después puso a prueba con un disparo lejano los reflejos de Kameni, que despejó no sin dificultades. Pasados esos momentos de euforia, Khedira se entregó después a esa labor oscura que tanto aprecia Mourinho.
El brasileño Marcelo, tras una buena ocasión fallida a los diez minutos marcaría su gol en el minuto 24 tras un mal despeje de Amat que Özil envió a Cristiano que pasó a Marcelo para que batiera la porteria defendida por Kameni. Pudo hacer más el portero camerunés. Olvidó el Espanyol que una de las grandes virtudes del Madrid es explotar los errores del rival. Excelente partido de Marcelo, en ataque y en defensa, donde se le vio concentrado y apenas cometió errores.
Había reclamado poco antes el Madrid otro penalti por mano de Javi López, obviando la falta previa no pitada de Adebayor a Kameni. No tuvo buen ojo en las áreas Mateu Lahoz, al que hay que agradecer su voluntad por no cortar el juego más allá de lo necesario, aunque a veces pone tanto empeño que se olvida de que sale al campo con un silbato. Volvió a ser protagonista Adebayor antes del descanso. En un rapidísimo contragolpe perdió el equilibrio al llegar ante Kameni y envió el balón a larguero. El pase, cómo no, fue de Xabi Alonso.
El Madrid pudo sentenciar en la primera parte y lo pasó mal en la segunda con momentos de juego espeso y falto de ideas. El Espanyol no encontró la definición de cara a pureta, Callejón disfrutó de una clara ocasión y Verdú disparó a la escuadra pero Adán en una buena estirada despejó. Fueron apenas dos ocasiones, demasiado poco para tanto dominio del Espanyol.
El Espanyol se venía abajo y en estas que Adebayor dispuso de dos claras ocasiones que Kameni acertó a despejar con maestría evitando una derrota mayor. Buen partido el del delantero que lo dio todo y acabó siendo sustituido por Sergio Ramos. Antes, Lass había sustituido a Özil, derrumbado físicamente.