Los giros inesperados en el último día en la carrera por el título de la Liga Premier del fútbol inglés son extremadamente inusuales, pero el técnico del Manchester United, Alex Ferguson, sabe por experiencia propia que a veces pueden ocurrir cosas extrañas bajo presión.
Su equipo debe derrotar al Stoke City como local el domingo y esperar que el Wigan Athletic, entre los peores visitantes en el torneo, evite que el Chelsea gane en Stamford Bridge.
Si no es así, cintas azules reemplazarán a las rojas en el trofeo y al Manchester United sólo le quedarán un éxito en la Copa de la Liga y un rol protagónico en una de las carreras por el título más fascinantes en muchos años como escaso consuelo de una larga y difícil temporada.
El Chelsea es el favorito para evitar que el United gane un decimonoveno título inglés el domingo, pero su entrenador, Carlo Ancelotti, al igual que Ferguson, ha estado en el deporte el tiempo suficiente como para no dar nada por sentado.
Ferguson, siempre dispuesto a algunos juegos sicológicos, dijo que el United ahora está aferrándose a una última esperanza, luego de que un triunfo 1-0 ante el Sunderland la semana pasada al menos extendió su lucha hasta el domingo.
Sin embargo, hay una cosa garantizada y es que su equipo lo dará todo contra el Stoke.