Antonín Panenka fue un jugador checoslovako que en la final del Campeonato de Europa de Naciones lanzó un penal en una manera nunca vista y desde entonces muy imitada. Aquel penal pasó a la historia porque, además de darle el título a Checoslovaquia ante la gran Alemania del 76, escribió el nombre de Panenka en la historia del fútbol.
Si hay un alumno aventajado de Panenka ese es, sin duda, el Loco Abreu. Todo Brasil habla del lanzamiento del penal ejecutado por el uruguayo y que le dio el título al Botafogo.