La selección de Nueva Zelanda empató por 1 a 1 con la selección italiana, en el encuentro correspondiente al Grupo F, disputado en el estadio de Nelspruit.
Una de las favoritas para hacerse con el título defrauda y sigue defraudando, tras mostrar una actitud que no se acompasa con la actitud que debería tener un defensor del título del mundo. Definitivamente este Mundial no es para Europa, ya que no ha triunfado como pretendía. Por su parte, Italia no ha conseguido, en sus dos encuetros diputados, gritar la victoria. A cambio de ello, se salva de la derrota por un leve empate de 1-1.
Transcurridos los cinco minutos de partido, el jugador neozelandés Winston Reid peinó una bola que Cannavaro no pudo despejar. Smeltz se encontró con el balón suelto, que aprovechándose de una posición de fuera de juego batió a Marchetti, quien suplió a Buffon con un buen desempeño. Aquí, el resultado parcial favorecía a Nueva Zelanda por 1-0.
El seleccionado italiano siguió buscando situaciones de gol, aunque con dificultades, sin preocuparse demasiado ir perdiendo contra Nueva Zelanda, como parecía. Con esa despreocupación, Italia obtuvo el empate, tras un penalti materializado por Iaquinta que culminó dentro de la red. El penalti se cometió en una jugada que inició Montolivo, estrellando un balón contra el palo y De Rossi se dejó caer en el momento que sintió el jalón de un defensor dentro del área.
Durante la segunda mitad no hubo mayores preocupaciones para ninguna de las dos selecciones, aunque se registró cierto domonio de la «Azzurra» sobre los «All White», que demostraron poseer una defensa muy sólida.
Tras este empate, Italia limita sus posibilidades, viéndose forzada a ganarle a Eslovaquia y esperar que Paraguay no se ceda el triunfo a Nueva Zelanda, en lo que será el último partido del Grupo.