La selección de Sudáfrica venció a una muy dismunuida selección francesa, en un encuentro disputado en el estadio de Bloemfontein, que culminó con un definido 2-1, a favor de los anfitriones. Ambos equipos se despiden del Mundial, ya que no obtuvieron los puntos necesarios para pasar a octavos, Sudáfrica por mera diferencia de goles con México. Francia terminó como comenzó, decepcionando, con dudas y polémicas.
Es aberrante que lo que sobresalga de una selección sea la polémica que genera y no el desempeño sobre el campo, esto pasó con Francia que apenas pudo obtener un punto, de los nueve que disputó. Los «Bafana Bafana» abandonaron el campeonato en su propia casa, pero la fiesta no se ausentó, ya que les bastó coronarse con el triunfo para alegrar a su afición y continuar la celebración.
La gran velocidad de los africanos generó serios problemas en la defensa francesa, desde los primeros momentos de partido. Recién iniciado el encuentro, Khumalo aprovecha una salida en falso del portero de Francia, para abrir el marcador y colocar el 1-0, diferencia que más tarde sería ampliada, y nuevamente reducida.
Para reafirmar el mal desempeño de los franceses, cinco minuto después de convertida la primera anotación, el jugador Gourcuff fue expulsado del campo, debido a que golpeó a Sibaya, dejando con diez a su selección. Sudáfrica aprovechó esta ventaja, que sumada al cálido respaldo de su afición dio lugar al segundo gol, que cerraría su marcador. Quien puso la firma a esta anotación fue el «Bafana Bafana» Mphela. Así terminó la primera parte del partido.
No hubo demasiados cambios a lo largo de la segunda mitad: Sudáfrica siguió llegando a portería rival, pero sin poder concretar el tercer gol, aunque sí consiguió complicar enormemente a los europeos.
En esta parte su pudo ver algo de llegada francesa a portería sudafricana, por medio de Malouda, que a los 70 minutos supo aprovechar un balón cedido en profundidad por Diaby sobre Ribery, con el que acortaron diferencias.