La selección de Paraguay venció por penaltis (5-3) a Japón, tras igualar 0-0 durante los 90 minutos de juego, y después de no poder romper esa igualdad en el tiempo complementario. Con un partido carente de interés, disputado en el estadio Loftus Versfeld, de Pretoria, Paraguay accedió a cuartos de final, donde tendrá que luchar contra España, para poder obtener una plaza en semifinales.
Sucesivas llegadas paraguayas, remates a portería por parte de Japón, pero ninguna de ellas alteró el marcador, ni para uno ni para otro. Y la igualdad no solo se extendió durante los 90 minutos, sino que también siguió manteniéndose en la media hora de tiempo complementario, por lo que se tuvo que romper el doble cero a través de penaltis.
Parecía el encuentro de Wimbledon entre Isner y Mahut, que hace pocos días se convirtió en el partido de tenis más largo del mundo. Este era el encuentro de la igualdad sin fin, pero a nivel de fútbol.
Si se mira la media de posesión de balón, podría decirse que Paraguay fue algo superior a Japón, que presentó como su figura máxima también en este encuentro, al futbolista Honda.
La definición en penaltis puso la ventaja a Paraguay que no falló ningún disparo, llegando a la suma de cinco, mientras que Japón erró uno y se colocó en desventaja, completando tres.
Fuese quien fuese el equipo que acceda a cuartos, constituiría un hecho histórico, ya que nunca antes ninguna de las dos selecciones lo había hecho. Paraguay ahora se enfrentará a España, el próximo 3 de julio.