La selección de Uruguay venció a la selección de Ghana por penaltis (4 favorables a Uruguay y 2 a Ghana), tras empatar en 1-1 durante los noventa minutos de juego y en también en el tiempo complementario.
Uruguay, con esta victoria se posiciona como uno de los cuatro mejores del Mundial de Sudáfrica, y se ganó el pase a semifinales, donde le tocará medir fuerzas con Holanda.
A pesar de la igualdad que mantuvo el partido, sin duda, este fue uno de los encuentros más insólitos y que pasará a la historia de los Mundiales.
El primer gol fue concretado por la selección de Ghana, a través de Sulley Muntari, cuando ya se jugaban los minutos complementarios, a los 46 minutos de la primera etapa.
La igualdad llegó a los 9 de la segunda mitad, en una jugada de bola parada, y gracias a Diego Forlán, después de que Uruguay recobró el dominio del balón, que desde el minuto 20 del primer tiempo y hasta su fin, había perdido y le dio la posibilidad a Ghana de marcar el gol.
Lo más representativo de este partido fue que ya pasado el tiempo de la segunda mitad de los 30 minutos complementarios, Ghana disparó con peligro una bola que pasó por todos, uruguayos y ghaneses y que el delantero uruguayo Luís Suárez despejó con la mano, por lo que fue expulsado por el árbitro que pitó penalti.
Uruguay ya daba todo por perdido, pero se encontró con la sorpresa de que Richard Kingson disparó el penalti y falló, dando la bola contra el larguero.
Esto revivió la esperanza en Uruguay que culminó el encuentro con el penalti que les dio la victoria, ejecutado por Sebastián Abreu, que rebotó el balón al hacer el lanzamiento. El marcador terminó con cuatro goles a favor de Uruguay (un fallo) y dos a favor de Ghana (dos atajados), última selección africana que quedaba en la Copa.