El país europeo de España es el único en el mundo que cuenta con el privilegio de poseer dos circuitos, habilitados para que se desarrolle la competición de Fórmula Uno: el de Valencia, que fue sede en la fecha anterior; y el de Montmeló que fue sede de la quinta fecha del calendario 2010 de la competencia automovilística por excelencia.
El circuito de Montmeló fue construído en el año 1991, como símbolo de la gran tradición establecida en Cataluña, en lo que a Fórmula Uno respecta, con los antecedentes de Pedralbes y Montjuïc.
La pista de este circuito cuenta con un largo de 4665 metros y está situada a unos treinta kilómetros, hacia el norte de Barcelona, y cercana a la localidad de Granollers. Como rasgo peculiar de esta pista, se destaca la presencia de una estación de ferrocarril, ubicada dentro del propio circuito.
Debido a que Montmeló se encuentra en una situación geográfica privilegiada, el Gran Premio de España también es una parada obligada para aquellos turistas que se plazcan con la riqueza y belleza del paisaje. Montmeló es más que un circuito, es un recorrido que no se puede pasar por alto.
Además de la excelente disposición de esta estratégica pista, tanto las instalaciones, como los servicios que allí se birndan son inmejorables, así como también lo resulta la organización del evento que tiene lugar en este paraíso, una vez al año.
Este destino resulta muy placentero para pilotos y equipos, no sólo para la afición, por lo que ha sido categorizado por muchos, como el mejor circuito de toda la temporada, sin desmerecer al circuito de Valencia.
Habrá que esperar hasta la próxima temporada de Fórmula Uno para poder volver a este pintoresco lugar, que estará allí expectante.