El Villarreal sigue afianzado en la zona Champions de la que no permite que nadie le saque. Cazorla jugó un gran partido, y es que sólo con su presencia todo parece más fácil para el equipo en el terreno de juego. Ya recuperado por completo de la hernia discal que le apartó la temporada pasada había nostalgia de volver a ver al mejor Santi. Y es que el de Fonciello tomó las riendas del equipo y asistió los dos tantos de Rossi que sirvieron finalmente para deshacerse de la Real. Gran partido de los de Lasarte, con las ideas muy claras de lo que debían hacer: asfixiar la salida de balón de los amarillos y buscar alguna contra.
En la primera media hora de la primera parte Aramburu subía el 0-1 al marcador, el partido estaba controlado por La Real hasta que en el minuto 40′ todo cambió. Ahí emergió Cazorla regateando a dos contrarios y metiéndole una asistencia milimetrada a Rossi para que empujara el balón a la red.
Una vez más por medio de Cazorla el submarino amarillo al minuto del inicio de la segunda parte se adelantaba definitivamente en el marcador. Un un error de Xabi Prieto ocasionó que Cazorla asistiera en profundidad a Rossi que marcaba el 2-1 en el luminoso. Pero los de Lasarte no se entregaron. Pudo haber penalti a Sarpong en el 63′, Claudio Bravo sostuvo a los suyos con un par de buenas paradas y la incertidumbre se mantuvo hasta el final. Pero este Villarreal no falla en El Madrigal y sigue sólido en la tercera posición.
Aunque el tanto inicial de Aranburu hizo temer el primer tropiezo en casa, los dos tantos de Rossi sirvieron para prolongar la racha en El Madrigal: 10 victorias y un empate. Por otro lado, el delantero brasileño Nilmar tiene previsto reincorporarse al grupo este próximo miércoles.