Al final del encuentro cuando el árbitro pitaba el final del partido, algún destalentado lanzó desde la grada una pequeña botella de agua que impactó de lleno en la cabeza del capitán del Madrid Iker Casillas.
El guardameta estuvo unos segundos tendido sobre el césped con signos de dolor y mientras tanto dos tumbado sobre el césped. Rápidamente, dos empleados del club recogieron las pruebas y se las llevaron para ocultarlas.
El meta del Real Madrid habló con los compañeros de Canal+. En declaraciones a Canal+ el capitán blanco considera que este acto desluce a una gran afición «Algún vándalo me ha tirado una botella. Esto empaña a una gran afición que ha estado apoyando a su equipo. Como siempre hay un estúpido en todos los campos».
«Si lo han captado las camaras el árbitro tomará medidas. La gente viene a apoyar y luego hay dos estúpidos que tienen que fastidiar la noche».
Iker se pronunció sobre el partido de vuelta comentando que la eliminatoria está «abierta»: «Hemos sacado un resultado muy óptimo, no hemos encajado ningún gol. El Sevilla es un equipo ofensivamente muy bueno, la eliminatoria está muy abierta. No hay que relajarse».
Por último, Iker Casillas opinaba sobre la jugada polémica del partido. Para el portero, el balón no traspasa toda la línea: «Casi entra, pero no ha entrado. Por lo que me han contado, no entra».