El Barça ha salvado los platos rotos ante el Sportin de Gijón en el minuto 80 tras una soberbia vaselina de Villa. Los de Guardiola terminan su racha de 16 victorias consecutivas en liga. Los de Preciado que en otras ocasiones habían sido goleados por el Barça salieron esta vez con la lección bien aprendida y mostrando una osadía inusual en todo aquel equipo que se enfrenta al Barcelona de los récords.
El Sporting saltó al terreno de juego con valor y las ideas muy claras cosiguiendo durante los primeros 45 minutos que el Barcelona pareciera un equipo sin ideas y desorientado. Los de Pep durante la primera parte apenas crearon ocasiones de peligro.
El delantero del Sporting Barral se deshizo de Piqué con comodidad y cruzó el balón lejos de los guantes de Valdés. El Barça se encontraba ante algo prácticamente desconocido: ir por debajo en el marcador (algo que, en Liga, sólo había logrado el Hércules en lo que va de año).
Guardiola siguió con su sistema de rotaciones pero en esta ocasión no le fue nada bien, salieron de inicio Mascherano, Afellay y Milito para reservar a los titulares para el próximo encuentro la Liga de Campeones. Al descanso Pep deshizo las rotaciones y sacó al campo a Pedro y Busquets que revolucionaron el partido, el Barça reaccionó y luchó por conseguir los tres puntos.
Pese a no lograrlo, consiguieron rescatar un valioso punto que visto lo visto sabe a gloria. El Guaje no celebró el gol (tampoco lo hizo en el 1-0 de la primera vuelta), pero volvió a demostrar que no hay pero cuña que la de la misma madera.
El 1-1 final evita la segunda derrota liguera del Barça, pero abre la Liga. O al menos la abrirá si el Madrid de Mourinho gana al Espanyol en Cornellá.