Es realmente asombroso que la organización del Giro de Italia siga imponiendo peligrosos recorridos y descensos a los ciclistas para causar más expectación y que los niveles de audiencia y la fama de el Giro crezcan por momentos. Los ciclistas han intentado evitar este terrible puerto alegando condiciones meteorológicas adversas pero la organización ha hecho caso omiso de sus peticiones.
El Giro se está pasando la opinión de los ciclistas por el mismísimo forro y anteponen el dinero a la seguridad de todos los equipos que participan y que hacen posible que todos los aficionados a este duro deporte disfrutemos cada año. La organización ha cubierto las curvas y tramos más peligrosos con unas vallas que más que nada dan una sensación de falsa seguridad para que en caso de caída los ciclistas no se despeñen montaña abajo.
Por supuesto que el ciclismo tiene que tener tramos más duros que otros y pendientes pronunciadas, pero ante todo lo que hay que valorar es el riesgo que pueden correr los ciclistas y esto no lo está haciendo el Giro.
Es una falta de respeto terrible hacia Wouter Weylandt que falleció tristemente durante una etapa del actual Giro y que por lo visto su muerte no ha sido suficiente tragedia para la organización del Giro. ¿Qué más necesitan?
A continuación os mostramos un vídeo donde se puede apreciar la peligrosidad de este complicado recorrido.
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