El Real Zaragoza es uno de los equipos de Primera División que está sufriendo la crisis esta temporada. A esto se ha unido el ya sabido mal hacer del soriano Agapito, al que los cobradores del Frac han ido a visitar estos dias a las puertas de las oficinas de la Romareda.
Dadas las deudas del club, el presidente tomó la decisión de acogerse a la Ley Concursal que le resta de obligaciones frente a estos deudores, entre ellos, un indignado Lendoiro que sigue pidiendo que el Real Zaragoza haga frente al pago que le resta por ‘el culebrón’ Lafita.
Sin embargo, ayer se hizo oficial el fichaje de uno de los jugadores que salvó al equipo en la temporada 2009-2010, el guardameta Roberto Jiménez, muy querido por la afición.
Las reacciones en el mundo del fútbol no se han hecho esperar, y parece que no ha sentado muy bien.
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ya le ha dado un tirón de orejas al Zaragoza y fuentes cercanas a la organización expresaron su total desacuerdo con la forma en la que está actuando la directiva fichando a jugadores mientras tiene una deuda reconocida de 110 millones de euros y unos 93 millones más, adeudados a terceros.
La realidad del fichaje de Roberto
Lo que no se ha escrito en los diarios de fútbol, igual es porque no conviene a alguna de las partes implicadas en los 93 millones que antes comentábamos, es que en realidad, el fichaje de Roberto, le ha salido al Zaragoza por unos 100.000 euros. Esto se debe a que el Benfica, equipo en el que el madrileño ha militado durante la pasada temporada, adeuda al club maño 3,5 millones de Aimar y 5 millones es lo que le quedaba de cobrar de ficha al portero.
Nos preguntamos entonces, ¿Porque un equipo este en Ley Concursal, le vamos a prohibir comprar jugadores? ¿Vamos a condenar a toda una afición a un año de sufrimiento sabiendo con certeza que descenderán a Segunda División?
Que pague quien tenga que pagar señores.