Lo de Banega parecía un chiste de muy mal gusto, seguro que la aseguradora creyó que se trataba de una broma al principio y después, estoy convencido de que pidieron las cintas de seguridad de la gasolinera para ver que le sucedió exactamente al centrocampista argentino del Valencia.
Hace unos días se apeó de su deportivo en una gasolinera y se olvidó de poner el freno de mano. Había una leve pendiente y esto hizo que el coche se desplazara al principio lentamente y luego con mayor velocidad. Cuando Ever Banega lo vio, instintivamente metió el pie para detener su vehículo (cosa inexplicable por ser de cajón) y el coche sin conductor le atropelló rompiéndole tibia y peroné.
Este tipo de accidentes son tan ridículos que las aseguradoras ni siquiera los ponen en las pólizas como excluidos para no gastar tinta ni tener mala imagen. (Autoatropello: no cubierto).
Lo cierto es que el jugador del conjunto che asegura ahora que se encuentra en un momento pésimo de su carrera, un momento muy duro del que tiene ganas de salir. También se mostró muy agradecido por todo el apoyo que ha estado recibiendo estos días.
Asegura que tras el hundimiento moral del primer día, ya piensa en salir adelante.
Diego Celma
Imagen: deportes.orange