Ayer el Fútbol Club Barcelona tenía un duro examen frente al equipo de moda en Europa, el Athletic Club de Bilbao. El Camp Nou tenía quizás un poco de miedo ante la posibilidad de ceder puntos frente al Real Madrid. Pero claro, los leones de San Mames venían de haber jugado hacía día y pico frente al Schalke y estaban fundidos. Tanto que Bielsa dio descanso a sus dos fieras más pardas: Fernando Llorente y Muniain. Es una vergüenza que la Liga Profesional de Fútbol decidiera perjudicar así a los bilbainos.
El caso es que al Barça, a pesar de todo, le costó dios y ayuda hacerle ocasiones a los rojiblancos. Hasta que en el minuto 40, Andrés Iniesta adelantó a los azulgrana. Luego en la segunda mitad Mateu Lahoz se inventó un penalti sobre Tello y entonces el partido quedó más que sentenciado con el gol número 36 de Messi, que está uno por detrás del pichichi Cristiano Ronaldo.
El Athletic trató de adaptarse al horario impuesto por la federación pero fue incapaz. Lo peor de todo es que este resultado sienta un precedente de cara a la final de la Copa del Rey, que se juega en unas semanas.
Diego Celma
Imagen: as