Ayer una noticia reventó el Tour de Francia. No es que Frank Schlelck esté bien clasificado en la edición de este año. No es que vaya primero ni que esté ayudando a su hermano a estar en las posiciones de arriba. Pero es Frank Schleck…
Y cuando digo esto no solo me refiero a aquel ciclista que quedó en tercera posición en la ronda gala el año pasado, hablo de aquel ciclista que era un tío sin demasiado aspavientos, un corredor de fondo, tipo Sastre, que no parece susceptible de ser usuario de las trampas porque tampoco ataca en exceso en la montaña.
Bien es cierto que el ciclista luxemburgués estuvo envuelto en un turbio caso de envío de dinero a Eufemiano Fuentes del que jamás se sacó nada en claro, pero parecía alejado del agujero del dopaje.
En la etapa 14, Frank ha dado positivo por Xipamide, un enmascarante que podría estar ocultando sustancias realmente dopantes en su organismo. La UCI no puede suspenderlo por esta sustancia pero casi seguro que lo hará el RadioShack, su equipo, para evitar males mayores.
Una gran decepción. Otro que se une a la larga lista de dopados.
Diego Celma
Imagen: lavanguardia