Acorralado. Esa sería la palabra perfecta que descirbiera la situación de Lance Armstrong durante estos últimos días. El ciclista texano, el mejor de todos los tiempo, ha decidido tirar la toalla y dejar de pelear por su inocencia tras las acusaciones de dopaje que hizo la USADA sin acompañarlas de ninguna prueba fehaciente.
Lance se mostraba ayer muy sincero al decir que va a estar fenomenal y que nadie debe llorar por él. Añadió que lo único por lo que pelea es por ser el cuarentón más en forma del mundo.
La USADA ha propuesto quitarle los 7 tours de Francia pero todavía falta la aprobación de dicha medida por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que según su normativa, tiene como principio que los crímenes de dopaje prescriben a los 8 años. Aunque viendo como se ha desarrollado todo el caso, bien podrían cambiar la ley para que Armstrong mordiera el polvo.
Lamentable caza de brujas en contra del americano. Es muy triste ver simplemente como se están tratando de sacar trapos sucios incluso de hace 14 años. ¿Dónde está el límite? Si le quitan los tours, ¿se los darán a Ullrich (dopado confeso), Beloki (BLK en la Operación Puerto) y compañía? Triste.
Diego Celma
Imagen: gossipcenter