Polémico e irreverente, Éric Cantona ha protagonizado momentos que quedaran para la historia del deporte rey. Capaz de lo mejor y de lo peor, Cantona es recordado por su juego, por llevar las solapas de la camiseta levantadas y por su acciones extradeportivas.
Debutó como profesional de la mano de Guy Roux, en el Auxerre, club por el que aún guarda gran simpatía, y en 1998 fue traspasado al Olympique de Marsella por una cifra record, pero no permaneció mucho en el equipo debido a su fuerte carácter, del que fue traspasado al Girondins de Burdeos y después al Montpelier, antes de regresar de nuevo al club de Marsella, del que volvió a marcharse tan sólo un año después par fichar por el Nilmes. En este equipo fue duramente sancionado por lanzarle un balón en la cara a un árbitro, y decidió dejar el fútbol.
En 1992, siguiendo los consejos que le decían que probara suerte en el fútbol ingles, fichó por el Leeds United pero el interés de Alex Ferguson le llevó a dejar el club en diciembre de ese mismo año para fichar por los Reds, donde se convirtió en el ídolo de la afición con el 7 a la espalda y donde protagonizó los mejores momentos de su carrera hasta que en 1997 se retiró de forma definitiva.
Aquí dejamos un vídeo con algunas de sus peores acciones
Y aquí uno con algunas de las mejores