Más conocido como «El eterno capitán» o «El 7 de España», Raúl Gonzalez Blanco es una leyenda viva del fútbol mundial y posiblemente uno de los mejores jugadores que ha dado la historia de nuestro país, así como uno de los ídolos historicos del madridismo junto a Di Stéfano. Un ejemplo de caracter, compromiso y seriedad tanto dentro como fuera del terreno de juego. Un perfecto espejo en el que los niños deberían mirarse.
Recaló en el club merengue en 1992, procedente de su eterno rival, el Atlético de Madrid, cuando Jesús Gil decidió eliminar las categorias inferiores del conjunto rojiblanco, donde Raúl había batido todos los registros y no tardó en destacar, consiguiendo 71 goles en 33 partidos. Tras pasar por el juvenil B, en el año 1994 pasó a formar parte del Real Madrid C, donde logró marcar 5 goles en su partido de debut y ser llamado a la selección sub-18 tras disputar 7 partidos y marcar 13 goles.
A partir de aquí empezaría a escribir su nombre con mayúsculas en el fútbol español. El primer capitulo tuvo lugar en la Romareda, donde debutó de la mano de Jorge Valdano contra el Zaragoza. En este partido Raúl demostro su capacidad de desmarque y su olfato goleador, pero erró 2 ocasiones claras en sendos mano a mano con Cedrún. Raúl se ganó esa temporada un puesto fijo en el equipo y pasaría a ser uno de los hombres importantes de la plantilla, en la que recalaría durante 16 años.
Su palmarés como jugador es envidiable, ya que, entre otros trofeos, logró ganar 6 títulos de Liga, 4 Supercopas de España, 3 Champions, 2 Copa Intercontinentales y una copa de la UEFA. A nivel individual tampoco le ha ido mal al eterno 7 de España, logrando, entre otros, los galardones de pichichi en 1999 y 2001, y el de máximo goleador de la Champions en 2 años. En 2005 se convirtió en el máximo goleador de la historia de la Liga de Campeones con 66 goles. También fue nombrado balón de Plata en 2001 en una polémica decisión en la que el máximo galardón fue entregado a Micheal Owen.
Personalmente me parece una pena que Raúl no haya coincidido con la gran generación de futbolistas españoles que dominan actualmente el mundo del deporte rey, así como que nunca haya ganado un balón de oro. Está claro que este hombre es un querido y considerado un ejemplo en cualquier lugar al que va, como prueba la despedida que le hicieron los aficionados del Shalke tras haber recalado en el conjunto alemán tan sólo por 2 temporadas.
Aquí os dejamos el vídeo del homenaje en el Veltins Arena y otro de algunas de sus mejores jugadas como pequeño homenaje a este gran jugador.