Ayer se disputó el partido perteneciente a la vuelta de los octavos de final de Champions League que enfrentó a PSG y Valencia, con resultado final de empate a 1.
Al final pesó demasiado el 1-2 encajado en Mestalla, pero ningún aficionado valencianista podrá echar nada en cara a su equipo, al menos en el partido de ayer, donde cada uno de los jugadores se dejó la piel en un intento de remontada infructuoso. El conjunto de Valverde plantó cara al multimillonario PSG, que ayer tenía la ausencia de su principal estrella, el sueco Ibrahimovic, sancionado por la expulsión de la ida.
Comenzó la primera parte con un Valencia volcado, que buscaba con ansia los goles que le clasificaran para cuartos, pero ni Soldado ni Jonas estuvieron acertados en las pocas ocasiones de las que dispusieron. Murió la primera mitad y al Valencia sólo le quedaban 45 minutos para intentar la épica, así que los ches se pusieron manos a la obra, y pronto recogieron el primer fruto a su esfuerzo. Fue en el minuto 55 cuando Jonas, activo pero poco acertado, recogió el esférico en la frontal y batió a Sirigu con un potente disparo, reviviendo las esperanzas de clasificación. Con el 0-1 el conjunto francés se volvió un poco más desordenado y salió en busca del empate, algo que conseguirían en el minuto 66, cuando Lavezzi, tras una sucesión de acciones desafortunadas para la defensa che, remataba con la rodilla batiendo a Guaita. En ese momento Valverde dio entrada a Valdez, que cambió el aire del equipo y le imprimió más agresividad, pero los de Valverde no lograon perforar la porteria de Sirigu y el Valencia quedó eliminado de la máxima competición europea.