Impresionante exhibición del F.C. Barcelona ayer en el Camp Nou. Con una grada volcada, el conjunto de Roura consiguió una épica remontada ante un Milan que sólo pudo ser un mero espectador. Ya lo dijo Xavi «a este grupo le falta una gran remontada», y así se hizo. El Barça salió a por el partido desde el minuto uno, con una presión constante a la salida del balón y acechando la meta rival sin descanso.
El partido lo encarrilaría pronto el conjunto de la ciudad condal, vestida ayer de fiesta para la ocasión, ya que en el minuto 6, el argentino Leo Messi demostraba su calidad a aquellos que ultimamente dudaban de él y batía con un precioso tiro desde la frontal a Abbiati, que no pudo ni tirarse a por el balón. Con el 1-0 la grada se vino arriba y llevó en volandas a su equipo durante la primera mitad hasta que, en el minuto 39, tras un palo de Niang al palo, Messi otra vez batía al portero rossonero con otro tiro desde la frontal, esta vez potente. El Barcelona se fue al descanso con la eliminatoria igualada y sabiendo que tenía por delante un partido de 45 minutos en el que no podía cometer errores defensivos. Comenzó la segunda mitad y, cuando corrían 10 minutos, Villa recibió un pase de Xavi dentro del área y con un sutil toque con la izquierda hizo el 3-0, desatando la locura en el Camp Nou, que veía como la remontada de la que tanta gente dudaba se empezaba a plasmar. El Milan adelanto filas y sacó a su artillería pesada con la esperanza de hacer un gol que obligara al Barçá a meter otro para clasificarse, pero la defensa del conjunto catalán aguantó estoicamente las envestidas y, cuando el partido estaba a punto de morir, en el minuto 92, una contra del Barça terminó con el gol de Jordi Alba, que desataba la locura total tanto en el césped como en la grada.
El Barcelona se clasifica para los cuartos de final y espera al sorteo del viernes para conocer su próximo rival.