Ayer, una vez más, el destino quiso ser cruel con un equipo de futbol. Anoche el conjunto mal parado fue el Benfica, que vio como se le esfumaba la final en el minuto 93, en el último suspiro del encuentro. Torres e Ivanovic hicieron los goles blues, mientras que el gol del Benfica lo transformó Cardozo de penalti.
Y eso que el partido, tal y como comenzó, parecía que iba a ser una pesadilla para los de Benítez, que veían como el centro del campo del Benfica traspasaba fácilmente sus líneas, y la delantera portuguesa volvía loca a su defensa, que solo corría detrás del balón. Sin embargo, pasados 20 minutos, el Chelsea logró hacerse más fuerte en la media y tomar un poco el control del juego, lo que le permitió dejar de sufrir ocasiones en contra y generar alguna propia. La primera parte finalizó sin goles, ya que la delantera del Benfica no estuvo acertada cara al gol y no concretaron ninguna de las ocasiones claras que tuvieron, mientras que el Chelsea parecía sabedor del destino que les esperaba y no se acercaron mucho a puerta en los primeros 45 minutos.
La segunda mitad comenzo como la primera, con el Benfica volcado y generando ocasiones sobre la portería inglesa. Sin embargo sería Torres el que golpearía primero. El «niño», especialista en las finales, se fue en velocidad de la defensa lusa y batió a Artur tras regatearlo. Todo se ponía negro para los de Bela Guttman, pero todo cambió cuando el colegiado señaló penalti por mano de Azpilicueta. Cardozo lo transformó y puso las tablas en el marcador. De ahí al final, ambos equipos buscaron la puerta rival, y Lampard estuvo a punto de desequilibrar la balanza con un tiro que se estrelló en el larguero. Y así, cuando se cumplían los 3 minutos añadidos, Mata botó un corner que fue a parar a la cabeza de Ivanovic, que clavó el remate en la escuadra.
Parece que lo de Bela Guttman es una maldición, ya que el fin de semana pasado perdió prácticamente la liga portuguesa y ayer se le volvió a esfumar un título en los últimos segundos.
El «spanish Chelsea» cierra la temporada con un título antes de despejar las dudas sobre su entrenador y el futuro de su equipo.