El F.C. Barcelona solventó con una victoria la visita del Milan al Camp Nou y ya está clasificado para los octavos de final de la Champions League. Messi rompió su sequía goleadora con un gol de penalti y otro tras una gran jugada, y parece que la normalidad vuelve a la ciudad condal.
La primera ocasión de verdadero peligro del encuentro llegó en el minuto 30, cuando Iniesta puso un balón entre líneas a Neymar y este fue derribado por Abate. El colegiado señaló la pena máxima y Messi se reencontró con el gol tres partidos después. El Barcelona seguía controlando el encuentro ante un Milan al que le faltaba, sobre todo, actitud. Aún se puso mejor todo para los de Martino cuando Busquets, a pase de Xavi, ponía de cabeza el 2-0 en el marcador. Sin embargo la alegría duraría poco. Piqué, en un intento por despejar un centro de Kaká tras una gran jugada personal, empujo el balón dentro de su porpia portería en el minuto 44.
En la reanudación Allegri dio entrada a Balotelli en lugar de Robinho, y el Milan ofreció una cara totalmente distinta a la de la primera mitad. El conjunto italiano presionó la salida del balón del Barça y crearon alguna ocasión. El Tata Martino veía que algo no funcionaba bien y decidió dar entrada a Cesc en el minuto 77 para sustituir a Iniesta, que se retiró entre la enésima ovación del respetable. El jugador catalán cambió la dinámica en la que se encontraba su equipo y fue clave en el tercer gol. Messi combinó con él desde la frontal, este le devolvió una gran pared y el argentino transformó la ocasión tras sentar a Abbiati.
Semana tranquila en la ciudad condal tras la victoria de ayer, donde se pudo ver el «resurgir» de Messi, un Neymar espectacular y un gran Mascherano, que sin hacer ruido se ha convertido en una de las piezas claves del engranaje blaugrana.