El Cholo lo trazó a principio de temporada y hasta el día de hoy los jugadores lo han seguido a la perfección, convirtiendo al Atlético de Madrid en un equipo capaz de todo. Ayer los rojiblancos dejaron fuera al considerado por muchos mejor equipo del mundo, tras una nueva exhibición de intensidad y estrategia.
Salieron a morder desde antes de comenzar el partido, que se empezó a jugar en la grada. La afición colchonera espoleó a los suyos durante los 90 minutos sin descanso, dirigidos por un Simeone que era un hincha más. Y dio resultado. Se llevaban apenas cinco minutos cuando Koke marcó el único gol del encuentro. Adrián lanzó al palo y el rechace le cayó a Villa que centró para que el 7 atlético pasara de cabeza a Koke, que remató a la red. A partir de aquí el Atlético se cerró atrás impidiendo que el Barcelona tuviera ocasiones claras. Al contrario, las ocasiones más claras durante el encuentro estuvieron en los pies de los jugadores de Simeone, que estrellaron el esférico en los palos hasta tres veces. El Barcelona se veía completamente superado, a pesar de las declaraciones de su capitán, que afirmaba tras el encuentro haber merecido el empate, y Messi estaba desaparecido, como ha venido haciendo esta temporada en los partidos importantes.
El Atlético de Madrid se clasifica para una semifinales de la máxima competición europea 40 años después y se presenta en la siguiente ronda como un firme candidato a levantar el trofeo. La fiabilidad con la que el Cholo ha dotado al equipo no la tienen muchos equipos en Europa y va a ser difícil doblegar a este Atléti.