El nuevo presidente de la ATP, Brad Drewett, se ha mostrado este miércoles «confiado» sobre la situación por la que está pasando el tenis profesional, ya que cree que siempre pueden aparecer indiferencias en cualquier sistema, y «más, en uno tan complejo» como es el de su deporte.
«Nunca hay nada perfecto, en ningún mundo ocurre. Por esto surgen las indiferencias y las quejas de los tenistas. Ninguna organización, ni estructura en una compañía, es perfecta, siempre surgen algunos problemas», explicó el extenista. El nuevo encargado de dirigir el circuito sabe que los jugadores están algo «frustrados en algunos puntos» y por ello va a poner toda su empeño para intentar hacer las cosas «lo mejor posible» y solucionar los problemas.
«Estoy aquí para representar a los jugadores, expresar sus opiniones, y asegurarme de que sus quejas son oídas. Como exjugador, espero entender sus quejas mejor que cualquiera», afirmó el australiano. La organización de la ATP es muy compleja, y la principal parte de ella son «los jugadores» por lo que no se pueden obviar sus protestas, y darles la oportunidad de expresarse. «Se puede decir que los jugadores son casi los dueños de la ATP, esto no pasa en ningún deporte, y hay que aprovechar este privilegio que se les concede», aseguró.