La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) lo está diciendo por activa y por pasiva pero los equipos y pilotos no están por la labor de poner aún más en juego su integridad. Por lo visto las máximas autoridades de Bahrein, país en el que se celebra el cuarto gran premio de la temporada tras el disputado en Australia en Albert Park, el disputado en Malasia en Sepang y el que se va a disputar este fin de semana en Shangai, aseguran que tienen todo el asunto de la seguridad bajo control y que el Gran Premio, por lo tanto, debe disputarse el próximo 22 de abril según lo acordado.
Y es que ahora mismo el diminuto país musulmán es un hervidero de violencia y hace unos pocos días una manifestación terminó con graves enfrentamientos con la policía.
No es la primera vez que sucede porque la temporada anterior el circuito de Sakhir fue en primer lugar pospuesta a febrero y finalmente cancelada por la rebelión popular que fue duramente reprimida por el gobierno del país.
Las autoridades del circuito alegan que es el único evento deportivo del país y que reporta muchos beneficios. Además si vuelven a fallar este año corren el riesgo de que no se vuelva a disputar allí a medio plazo.
Diego Celma
Imagen: elpais