Kaká aterrizó en la Casa Blanca en el verano de 2009, el verano de la gran revolución en el argot madridista. 67 millones de euros tuvieron la culpa y Florentino Pérez presentó a su nuevo churumbel ante 60.000 personas que abarrotaban el coliseo madridista.
Todo el mundo quería ver lo que daba de sí este brasileño que venía de triunfar en el Milán. Pero desde los primeros minutos, Kaká no enamoró, quizás porque parecía tener una gran presión encima. Incluso a Cristiano Ronaldo le afectó esa presión. Sin embargo, ahora han pasado ya 3 años y se pueden contar con los dedos de una mano los buenos partidos del jugador brasileño.
No ha sido nunca un titular indiscutible pero es que además no ha encontrado su sitio, su rol en el equipo, así que está bastante descontento con su rendimiento, al igual que toda la afición del Real Madrid.
Al parecer, Kaká ha pedido a Mourinho que facilite su salida, que no está contento en el Real Madrid porque Ozil es el verdadero creador de fútbol de los merengues. El Madrid está dispuesto a dejarlo marchar pero no a cualquier precio, así que este culebrón va para largo.
Diego Celma
Imagen: elconfidencial