El conjunto de Pellegrini lo ha vuelto a hacer. Una vez más ha escrito una nueva página en la historia del club tras derrotar ayer al Oporto en La Rosaleda por 2-0, remontando el marcador adverso de 1-0 que se trajo de Portugal y clasificándose por primera vez para los cuartos de final de la Champions League.
En una nueva noche mágica, el equipo andaluz saltaba al campo con todo su arsenal, tras haber reservado a algunos hombres clave la pasada jornada liguera, y con la ilusión de hacer vivir a su público una noche histórica. Pronto se pusieron manos a la obra los hombres de Pellegrini que consiguieron adelantarse nada más comenzar el encuentro, cuando Saviola aprovechó un balón mal atajado por parte de Helton, pero el árbitro señaló falta de Baptista al guardameta y el tanto fue anulado. A pesar del varapalo, el equipo malaguista siguió insistiendo sobre la meta portuguesa, y verían la recompensa en el minuto 43, cuando Isco, uno de los jugadores más prometedores de Europa, batió con un perfecto tiro a la escuadra a Helton, poniendo el 1-0 en el marcador y dejando más cerca una nueva hazaña. Se llegó al final del primer tiempo y, nada más comenzada la segunda mitad, el Oporto se quedaba con 10 por la expulsión de Defour tras una falta a Joaquín que le costaría la segunda amarilla. Con la eliminatoria empatada y su rival con un jugador menos, el Málaga se volcó sobre la portería del Oporto buscando la gesta, y la consiguieron en el minuto 77, por medio de S. Cruz. El delantero, que había sustituido a Baptista 3 minutos antes, remató de cabeza un corner botado por Joaquín, consiguiendo el segundo y definitivo gol que daba el pase a cuartos de final. El Málaga aguantó el último arreón de los portugueses y la noche en La Rosaleda terminó entre lágrimas de alegría.