Ayer, a las 2 de la madrugada hora española, «la roja» disputó el último partido de preparación para la Copa Confederaciones, que dará comienzo este próximo día 15.
Las sensaciones después del partido son positivas, como viene siendo habitual en los encuentros de nuestra selección, que sigue demostrando su hegemonía en el fútbol mundial partido tras partido y, con el de ayer, suma 22 partidos seguidos sin perder, situándose a 13 del record mundial, en posesión de la propia selección española.
España comenzó el encuentro como siempre, controlando el balón y realizando su juego de combinación y posesión del esférico que tantos halagos ha despertado por todo el planeta, pero las ocasiones, en pies de Villa y Pedro, que disparó al travesaño, no se concretaban. Terminaron los primeros 45 minutos con la sensación lógica de superioridad por parte del conjunto español, pero parecía que la pólvora andaba un poco mojada. Entonces salió Soldado, el 9 que Vicente del Bosque ha llevado para luchar por un puesto con Torres y Villa, y pronto demostró que también puede formar parte de este conjunto, enganchando de manera perfecta la pelota en el minuto 68, tras una buena jugada de Arbeloa que le cedió el balón.
En el 79 los irlandeses respondieron con un potente disparo pero, Casillas, que había sustituido a Valdés, desbarató la ocasión con una gran parada. En ese mismo corner, Casillas volvió a ser providencial al sacar de la escuadra un remate de cabeza a bocajarro. España volvió al ataque y, en el minuto 87, tras una gran jugada entre Mata y Cazorla, el del Chelsea batía al portero irlandés y ponía el definitivo 2-0 con el que concluyó el encuentro.