Hoy en blogdeportivo queremos recordar a uno de los mejores extremos que ha dado la historia del fútbol. Un jugador de los que ya no abundan, que jugaba pegado a la banda y desbordaba a los rivales una y otra vez, el portugués Luis Figo.
Tras haber militado durante 10 años en el Sporting de Lisboa, fue traspasado al F.C. Barcelona a la edad de 22 años, tras la salida del club blaugrana de su gran ídolo, Laudrup. El portugués tardó poco en meterse a la afición de su nuevo club en el bolsillo a base de regates, fintas, internadas por la banda y goles. Durante su estancia en el club de la ciudad condal conquistó un total de 7 títulos y dejó momentos históricos, como el que protagonizó durante la celebración de la Copa del Rey de 1998, cuando se arrancó con el cántico «Blancos, llorones, saludad a los campeones».
Figo todavía no podía imaginar que, 2 años después, sería el protagonista del verano, al fichar, precisamente por el Real Madrid. 60 millones de euros lo llevaron a la capital de España, convirtiéndose así en el fichaje más caro de la historia, y en el primero de los «galácticos» de Florentino Pérez.
En el conjunto blanco ganó su único balón de oro (otorgado por su trayectoria durante el año anterior, militando en el Barcelona) y se alzó con varios títulos, entre ellos la Champions de 2002, culminada con el famoso gol de Zidane. Tras varias temporadas de éxito y protagonizar anécdotas como la del cohinillo en su regreso al Camp Nou, abandonó el Real Madrid para fichar por el Inter, donde finalmente se retiraría.
Aquí os dejamos un vídeo con algunos de sus mejores momentos.