El presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Craig Reedie, ha advertido de que más gobiernos deben aprobar leyes de criminalización del dopaje, además de pedir un aumento en el intercambio de información entre la industria farmacéutica y los organismos de lucha contra esta lacra.
En un comunicado, al que tuvo acceso la agencia ‘Reuters’, el presidente del organismo aseguró que el dopaje ya no sólo «afecta al deporte» sino que «es ahora un tema tan importante para la sociedad como para el deporte».
Reedie dijo en una conferencia en Tokio la semana pasada que habría que involucrar a las compañías farmacéuticas, a la UNESCO, a la AMA y a otros organismos antidopaje para poner de relieve la importancia de esta tendencia.
«El mismo hecho de que esta conferencia fuese incluso necesario demuestra el hecho de que el dopaje ya no es un problema ‘propiedad’ del deporte», reiteró el británico. «Se ha convertido en un problema social mucho más amplio que conlleva peligros significativos para la salud pública y que, por lo tanto, requiere una respuesta global», añadió.
El británico cree que se deben estrechar los contactos con las compañías farmacéuticas de cara a tener una ayuda para identificar tendencias de abuso de sustancias mientras que se alerta a los organismos antidopaje de «sustancias medicinales que podrían tener las características de una sustancia que podría ser de interés para los que se dopan».
El que fuera vicepresidente del COI recordó que «el deporte es ahora una industria enormemente lucrativa y hay un área de preocupación real sobre drogas que están siendo falsificadas, ilegalmente producidas, traficadas y distribuidas». «Últimamente, esas drogas se ponen en manos de deportistas de elite e, incrementándose, entre los miembros del ámbito público», comentó.
«Si los gobiernos pueden introducir leyes relevantes y aplicar penalizaciones para combatir este abuso de sustancias, entonces la policía actuará y la práctica del dopaje se puede prevenir», sentenció al respecto.
Muchos países como Italia, España y Francia ya han hecho del dopaje un delito penal, con los potenciales delincuentes enfrentados ante la posibilidad de penas de cárcel y fuertes multas.