José María Gutiérrez Hernández, o Guti, no cae, pues por su cabeza pasan cientos de recuerdos que le impiden hacerse la idea de lo que supone dejar de jugar en el Real Madrid, con lo que lógicamente el jugador exprime cada minuto, cada hora y cada día con la intensidad máxima del que se resiste a perder lo mejor que tiene.
Su despedida del público en el Santiago Bernabéu la disfrutó casi en la intimidad, el madridista no se encontraba a fin de que se pudiera caer en la exageración, transcurrió natural y sincera, de la misma forma que él se comporta el jugador desde que llegó al Real Madrid.
El 14 cuenta, vivió su último partido en casa como una fiesta, de la mano al 3-1, empezó a recordar el día de su debut hace 15 años.
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