Desde 1999 el Atlético no gana al Real Madrid y una vez más no ha habido sorpresas. El Madrid se ha clasificado para jugar la semifinales de la Copa del Rey, contra el Sevilla que derrotó en cuartos al Villareal.
El partido pronto se decantaría por el conjunto blanco con un gol de Cristiano Ronaldo demostrando que es el hombre gol de este Madrid. En una jugada tras un centro de Sergio Ramos el balón le pega a Filipe y Cristiano aparece como lo hacen los mejores rematando de manera incontestable a la red.
El Atlético no reaccionó en ningún momento y el único peligro que crearon cerca de la meta de Casillas fue un mal rechace del portero que de rebote casi acaba en gol. El espíritu de revancha que tanto clamaba la afición del Vicente Calderón no se reflejó en el juego del equipo que hizo un fútbol muy pobre y escaso de ideas.
Benzema volvió a quedarse en el banquillo, a ver quien le da recaditos en esta ocasión a Mourinho tras la polémica ocasionada por los mensajes de Valano a través de la prensa. Kaká fue sustituido y Marcelo se quedó en el centro del campo y Arbeloa apoyando atrás. Con estos cambios el El Madrid consiguió ser superior a un Atlético que no demostró en ningún momento tener hambre de revancha.
Se notó la ausencia del Kun y faltó el peligro la técnica y la velocidad que aporta el argentino al juego. La ocasión más clara para los Atléticos en la segunda parte fue un disparo flojo de Fran Mérida que recortó con mucha habilidad en el área de Casillas.
Marcelo pudo ser víctima de un penalti y lo fue seguro de un fuera de juego que hubiera terminado en gol. Pero a esas alturas ni el árbitro importaba. No había ni para discutir y tal vez sea eso lo peor que se puede decir del Atlético: ni discutió.