La verdad es que Ibra además de ser un crack sobre el terreno de juego también lo es fuera de el y prueba de ello es el buen rollo que tiene con su compañero de equipo Cassano al que le propina una patada en la cabeza pero bromeando y el italiano se lo toma con humor. Eso si, debido al tamaño del sueco cualquier pequeño golpe da miedo y eso queda reflejado en la cara del italiano al recibir el toquecito ya que se asusta bastante.
No es de extrañar el buen rollo de la plantilla ya que han ganado el Scudetto igualando en número de títulos a su máximo rival el Inter de Milán.
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