El FC Barcelona logró imponerse ante el Atlético Madrid por 2-1 el el Vicente Calderón, rompiendo con la mala racha que tuvo en las tres ocasiones anteriores, en las cuales se propiciaron las mismas condiciones: Atlético en su estadio y Barcelona de visita.
Pese a que los catalanes tendrían que estar festejando por el triunfo, el precio que tuvo que pagar fue demasiado alto y opacó todo el festejo. El autor de uno de los goles culés, Leo Messi, fue lesionado tras una entrada muy dura de Tomas Ujfalusi, quien dobló por completo el tobillo de la «Pulga», tras una clavada de tacos.
Un partido en el que el Barcelona demostró que ya sabe cuál es la clave secreta para vencer en el Vicente Calderón. Parece ser que tropezar tres veces con la misma piedra sirvió de escarmiento para los azulgrana. La defensa presumió de espectacularidad, pudo frenar todos los contraataques de Forlán y Agüero, quien después de su lesión volvió a los campos casi sin mostrarse. La dupla no estaba a su cien por ciento, el «Kun» apenas apareció y hasta por momentos parecía que ni siquiera estaba en el partido.
Iniesta y Xavi mostraron su dominio insuperable del centro del campo y Messi, mientras pudo, hizo suyas las líneas. Pero quienes empezaron el ataque fueron los rojiblancos, que incluso generaron algunos balones largos por parte del Barça, que no lograba llegar a la portería de De Gea, sin dudas, la gran figura del encuentro, pese a que recibió dos goles. Esa situación no duró demasiado, ya que el Barcelona comenzó inmediatamente a sofocar a los locales, dejándolos prácticamente sin acción.
Los goles fueron convertidos por Messi y Gerard Piqué para el Barça, mientras que Raúl García hizo lo propio para el Atlético, que por un momento igualó el marcador en 1-1.
Después de que los culés encontraron el rumbo, los de Quique Sánchez Flores no pudieron engranar dos pases seguidos y se sintieron sumamente incómodos en su propio terreno. El que más brilló fue De Gea, que a veces sucede, su actuación superó a la de los jugadores de campo. Se llevó, al finalizar el partido, el aplauso y reconocimiento de la afición, a pesar de la derrota.
Este portero, más que nada en la segunda parte, realizó por lo menos cinco intervenciones para el recuerdo. Controló el balón de una manera espectacular, frenando el ataque de los de Guardiola. Demasiado aguantó. El equipo no encontraba su espacio ni la forma de frenar a los culés, por lo que la gran responsabilidad recaía sobre De Gea, quien no defraudó.
Parece ser que el Barcelona encuentra su juego, pero veremos qué será de él sin Messi, que sin duda sigue siendo el gran destacado del FC Barcelona. Con tantos campeonatos en juego, este fue el momento menos indicado para esta lesión.
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