Gran goleada hemos sido capaces de disfrutar en la jornada de ayer, protagonizada por el Real Madrid, frente a un muy disminuido Deportivo de la Coruña, que terminó con un amplia diferencia de 6-1 para los locales.
Finalmente, y después de que tanto se le recriminó al Madrid, parece ser que el equipo blanco logró reanudar amistades con el gol, que desde el inicio de la temporada se le venía resistiendo. Uno de los que más necesitaba esta reconciliación era el ansioso Cristiano Ronaldo, que con el doblete que consiguió, pudo saciar en cierta medida su hambre goleadora.
Esta ansiedad, la cual en muchas oportunidades hizo tildar a CR7 de individualista, y que lo llevó a rivalizar en el campo con el «Pipita» Higuaín fue satisfecha con los dos goles que el portugués logró marcar, ante un «Depor» que no mostró la más feliz de sus caras.
Prueba además de que los de A Coruña no estaban con todas sus luces fue una de las decisiones tomadas por Mourinho: en uno de los cambios, cuando se da salida a Di María, el entrenador luso dio entrada a Juan Carlos, canterano que pudo debutar en este encuentro. Así como el Madrid va consolidando su rumbo de ascenso, el Deportivo sigue asentando sus bases como colista de la clasificación.
Quien también se estrenó, pero en este caso como anotador, fue el alemán Özil, que después de conquistar a la afición merengue, logró deleitarla con un gol. Si bien en los últimos encuentros este jugador no mostró la brillantez que lo caracterizó en su debut con el Madrid, Özil no deja de demostrar que en ocasiones puede ser indispensable para fomentar el juego en equipo, y por qué no, marcar goles.
También el «Chico de los corazones» logró anotar, tras un preciso pase de su compatriota Higuaín, quien, a su vez, consiguió darle a los blancos el cuarto gol de la ventaja. El quinto gol y para empeorar la decadencia del Depor, fue de Ze Castro en propia puerta.
En fin, este es el Madrid que la gente quiere ver, un equipo que con figuras, encuentre el gol. Esperamos que se repita este tipo de resultados pero contra conjuntos que estén en mejores condiciones actuales que los de A Coruña. De esta manera, los merengues podrán jactarse de que hacen las cosas bien, indistintamente del rival que tengan en frente.
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