Si bien algunas veces es difícil condecorar con el título de ‘mejor jugador del partido’ a futbolistas que desempañan su trabajo en la defensa, por verse disminuidos frente a la labor de los delanteros, en el encuentro de ayer, sin lugar a dudas, Ricardo Carvalho, se lleva ese cartel.
Desde que fue fichado y considerando que está un poco «pasado de años» poca fe ha sido depositada sobre él, pero este fin de semana supo callar muchas bocas. Fue el principal artífice de la victoria del Real Madrid por 2-0 frente al Atlético de Madrid, en un derbi más que interesante.
Y así como unos suben, otros bajan abruptamente. Tal es el caso del uruguayo Diego Forlán, quien no tuvo una de sus mejores noches. El ariete colchonero no pudo anotar en este clásico y sigue cosechando una mala racha, que parece alejarlo cada vez más del Atlético, en un futuro no muy lejano.
Pero volviendo al homenajeado del día, debemos destacar que su actuación desde hace mucho que no se ve en el Bernabéu: Dominó toda la extensión del territorio. Lideró en defensa, supo frenar y sacar el balón de su puerta, marcó de manera insuperable y cortó varias bolas, a pesar de que en velocidad no se destaca.
Como si todo esto fuera poco, el omnipresente también llegó al área de su contrincante, todo tan solo en su primer derbi. Desde el minuto doce de partido comenzó con su artillería pesada, llegó a la puerta contraria y no perdonó a De Gea, a quien batió sin problemas. Debemos destacar también la excelente asistencia de Di María.
Si desempeñó una excelente tarea como delantero, incluso anotando, qué decir de la tarea que le compete: La defensa. Quien más problemas generó fue el «Kun», pero no fue tan peligroso como se esperaba, por lo que Iker quedó sin encajar ni un solo gol rojiblanco.
Casillas se las tuvo que ver más difíciles cuando en el minuto 27 tuvo que salir al cruce en un contraataque de Reyes, pero allí estaba Carvalho para ayudar. El portugués además sacó la bola hacia la esquina, en otra entrada de mucho peligro, protagonizada por Simao. Carvalho actuó en todo momento sin errores.
Hasta su salida del campo resultó heroica, cuando se vio forzado a abandonar a los ochenta minutos de enfrentamiento. El motivo fue un codazo de Diego Costa mientras se lanzaba un córner y se retiró con su ojo tapado y ovacionado por el Bernabéu entero, que reconoció su buena actuación.
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