Fernando Alonso terminó satisfecho del GP de Hungría en el que partía en quinta posición y acabó tercero, gracias a una maniobra temeraria de Hamilton quien fue penalizado con un pase por la calle de garajes, tras poner en peligro la seguridad de un doblado que se disponía a pasarle. El inglés realizó mal una trazada y quedó girado sobre la pista, trompeando de nuevo su coche y obligando al que le perseguía a salirse del trazado para evitar chocar contra el McLaren.
Mejor suerte corrió el otro piloto de la escudería británica, Jenson Button, quien logró en su carrera número 200 su segunda victoria de la temporada. No es la primera vez que Button da muestras de ser uno de los pilotos más hábiles sobre lluvia, después de que ganase también esta temporada en la misma situación en Canadá.
La carrera arrancó con todos los pilotos con neumáticos intermedios debido a la lluvia, hasta que el piso empezó a secarse y a partir de la vuelta décima empezaron las primeras paradas. El español Fernando Alonso, que partía quinto en la parrilla, llegó a poner se cuarto, pero perdió la trazada y volvió a la quinta, en un momento de la carrera en la que todos los coches tenían verdaderos problemas para mantenerse firmes en la pista. De hecho, Alonso llegó a salirse de la pista en un par de ocasiones, en la primera en la vuelta 6, aunque en la siguiente pudo pasar a Felipe Massa.