El Mirandés se va a agarrar esta noche a ese clavo ardiendo que siempre permite soñar en el mundo del fútbol. Una especie de casualidad que ha convertido al deporte rey en la magia de la incertidumbre convertida en un esférico, en 22 tíos corriendo por un terreno de juego y en la afición, ¡como olvidarse del graderío!
Pablo Infante sabe que la presión de su equipo es cercana al cero porque ya han conseguido con creces hacer un buen papel en la Copa del Rey. Ahora, todo lo que venga será reescribir la historia de los humildes y los ricos.
El equipo castellano empató este fin de semana con el Amorebieta y ya lleva dos jornadas sin ganar. Es posible que los partidos de entre semana contra rivales de primera, mejor preparados físicamente, les estén haciendo mella.
El Athletic Club de Bilbao por su parte no se fía un pelo del equipo de Miranda de Ebro y reclama todo el apoyo de la afición, que hace hecho colas bajo la lluvia para conseguir una entrada y ver al equipo de moda. No es el Madrid o al Barcelona, es el Súper Mirandés de Pablo Infante, un nuevo ejemplo de orgullo.
Diego Celma
Imagen: elpais