Anoche la incertidumbre estaba surcando la mente de muchos zaragozanos, aragoneses y españoles que seguían el ataque a cima de Carlos Pauner, Juanito Oiarzabal y Juanjo Garra al más pequeño de los ochomiles: el Shisha Pangma.
Cuando la mayor parte nos acostábamos todavía no había noticias sobre los tres montañeros. 24 horas antes habían emitido un comunicado en el que decían que la climatología era cambiante con viento y nieve y que se disponían a salir hacia la cumbre.
De madrugada, han dado señales de vida diciendo que estaban muy cansados en el campo III y aunque no se comunicaba la consecución de la cima, con el paso de las horas han ido esclareciéndose esos misterios básicos y los tres himalayistas han culminado su objetivo.
El motivo por el que han ido tan lentos ha sido una climatología infame que les ha puesto al límite, pero no solo en el día crucial, sino desde que se dispusieron a atacar esta montaña. El decimotercer ochomil para Carlos Pauner ha enseñado las garras y se ha defendido como un gato panza arriba desde que arribaron al campo base. Es una alegría que todos estén a salvo porque muchos empezamos a pensar en lo peor.
Diego Celma
Imagen: desnivel