Cristiano Ronaldo no es un jugador que me caiga bien. Valoro mucho su trabajo, la verdad, porque lo considero un jugador clave en el Real Madrid, una bestia del gol y un pentatleta que cuida mucho su físico en todos los sentidos, no solo para parecer más guapo.
Pero como digo, tiene chiquilladas que yo personalmente no soporto. Resulta que ahora, ha decidido no celebrar los goles y conseguir ser así el centro de atención mediática de todos los informativos.
Al parecer, no le ha sentado nada bien que hayan otorgado el premio a mejor jugador de Europa a Andrés Iniesta en lugar de a él. Esto ha provocado una reacción en el jugador, porque considera que no está bien que Casillas se alegre tras dicho acontecimiento o que el defensa lateral brasileño Marcelo pida públicamente el balón de oro para el propio portero madridista.
Cristiano quiere ser el dios del Madrid. No quiere que nadie le haga sombra, necesita sentirse querido dentro del equipo y por ello cree que debería ser considerado por todos, con unanimidad, como el mejor del mundo.
O eso, o que, como dicen los rumores, ha recibido una suculenta oferta de un equipo árabe. El tiempo lo dirá.
Diego Celma
Imagen: laprensa