Es un equipo imprevisible que este fin de semana habrá fastidiado algunas quinielas premiadas, solo por tocar las narices y para darle alas a una afición que todavía quiere creer. Luego perderá 1-3 en casa con algún rival directo de estos que están flirteando con el descenso. Pero ayer, que visitaron Cornella, el estadio del quinto clasificado en la Liga había que dar la campanada para conseguir algún titular para un equipo que es carne de segunda.
La primera mitad fue un periodo de tanteo y con unos equipos ramplones que apenas se arrastraban por el campo pero tras la charla en los vestuarios, a los pocos minutos, Da Silva de un enorme testarazo, consigue poner por delante a los maños. Coutinho que estaba siendo el mejor del equipo barcelonés y al minuto siguiente mando un balón al travesaño.
El Zaragoza tenía a Lafita llevando el sintetizador del fútbol y tras los cambios en ambas escuadras el partido murió en un mar de faltas y parones que no dejaron lugar para la creación. En las postrimerías Juan Carlos recibió un astuto pase de Micael y dejó callado a Cornella-El Prat. Balón de oxígeno para el equipo blanquillo que sigue soñando con la permanencia.
Diego Celma
Imagen: heraldo