El Barcelona ya está en semifinales por quinto año consecutivo. Los chicos son buenos y se lo merecen pero además de eso tienen el beneplácito de todos los árbitros europeos. Ayer le pitaron el penalti en la que fue la primera llegada, prácticamente; el segundo penalti se lo inventaron directamente ante la indignación de Seedorf, Nesta y los suyos. Ese penalti sirvió para poner la balanza de lado de los culés, sobre todo por que había igualado la contienda Nocerino y eso le daba el pase al Milán.
En la segunda parte le anularon un gol legal al Milán que según el árbitro había tocado en la mano de Robinho. Y también llegó el gol de Iniesta que sentenció la eliminatoria tras un afortunado pase de Leo Messi.
Messi se convirtió en el jugador que más goles ha conseguido en una misma edición, desde que está instaurado el nuevo formato. 14 tantos que se asemejan a los guarismos de un pichichi de una temporada doméstica. Y es que, como digo, son buenos pero les arbitran de distinta manera. Cuando es una situación dudosa, a favor para el Barça y cuando es una situación dubitativa en contra de los azulgranas parecen mirar hacia otro lado.
El Bayern por su parte pasó a semifinales tras eliminar al Olympique de Marsella ganado 2-0 en su estadio.
Diego Celma
Imagen: hechos de hoy