Dentro de varios años, cuando se valore con la perspectiva del tiempo lo que supuso la era Guardiola para la historia del fútbol español y mundial, y para la historia del barcelonismo, se le dará el valor que se merece a la gesta que está realizando el Real Madrid de Florentino.
Ese Barça de leyenda que ha jugado las cuatro últimas semifinales de la Champions League, que ha ganado incontables títulos, dos mundialitos de clubes y tres ligas de España consecutivas deambula con paso dudoso viendo la matrícula de un Madrid poderoso como antaño, que no falla nunca, manteniéndose firme fin de semana tras fin de semana.
El Real Madrid de Mourinho le quitó la Copa del Rey el año pasado, le hizo sufrir lo indecible en la Supercopa de España el pasado verano y en la última eliminatoria de la Copa, ha hecho pasar a la gradería del Camp Nou los peores minutos que se recuerdan. Para colmo, van camino de dominar esta liga de aquí a final de temporada.
Los aficionados culés coreaban el nombre de Mourinho suplicándole que se quedara. Yo les respondo a todos que tengan cuidado con lo que desean porque quizás se haga realidad. El portugués es a día de hoy el mejor entrenador posible para el Real Madrid. Porque será un hombre arisco, prepotente y bravucón, pero sabe de fútbol hasta el aburrimiento.
Diego Celma
Imagen: infodeportes