Desde el Mundial disputado en Argentina, en el 1978, es la primera vez que un torneo de esta índole se realiza en el frío del invierno, ya que Sudáfrica se encuentra en el hemisferio sur, por lo que se encuentra el período invernal.
Ya se cuenta con el antecedente de la Copa de Confederaciones del año pasado, cuando el frío tomó el protagonismo en algunos de los encuentros, generando anecdóticas imágenes de jugadores de camisetas largas y abrigados. En aquel momento, el jugador brasileño Luis Fabiano destacó que «…el frío aquí es peor que en Europa, es algo raro…». Este jugador se vio afectado por las bajas temperaturas, y contrajo una gripe.
El secretario general de la Federación Internacional (FIFA), Jérôme Valcke respondió públicamente que «…en el Mundial-2010 habrá partidos con luz natural y con luz artificial…», tras confirmar que habrán partidos disputados en horario nocturno. Por su parte, el presidente de dicho organismo, Joseph Blatter, aseguró que el realizar partidos en la noche es una decisión «correcta», quitándole importancia al frío: «…Habrá un poco más de frío, pero la mayoría de los futbolistas brasileños juegan en Europa, con temperaturas inferiores a cero grados y en la Copa de las Confederaciones nunca se llegó a tanto. Pese a todo, Brasil ganó el título. Si hace más frío, que corran más rápido…» .
En el área donde se encuentra Johannesburgo, sede del mayor número de partidos, entre ellos el más importante, la final, el problema de las bajas temperaturas se ve potenciado, debido a que se encuentra a unos 1.753 metros de elevación. Algunos seleccionados, para poder llevar de mejor modo el frío y la altura, se concentraron en los Alpes europeos antes de ir al Mundial.
«…Nos encontramos muy bien aquí porque las condiciones son parecidas a las que encontraremos en Sudáfrica…», explicó Xabi Alonso durante la estadía española en el Tirol austríaco.