El Madrid abofetea el Sadar

Los incondicionales madridistas se acercaron ayer a su bar de siempre, para tomar su cerveza y un plato de papas, con el rabo entre las piernas. Viendo los últimos titubeos del Real Madrid en Liga, el aire estaba viciado con la posibilidad de que el Barça se pusiera anoche a tres puntos. El Sadar siempre ha sido un campo difícil y hace dos temporadas el Real Madrid desaprovechó allí la ocasión de oro para colocarse líder.

El partido empezó diferente porque a los pocos minutos Benzema ya había insertado en la portería rojillo un gol de esos de archivo, que se guardan a fuego en los discos duros de las televisiones y en la mente de los futboleros. Ya en el minuto 36, Cristiano marcó un gol épico, como aquel que le marcó al Oporto en Champions vistiendo la camiseta del Manchester.

Y tres minutos después Higuaín respondió con una vaselina de seda. Una maravilla. Tras el descanso el Osasuna de Pamplona marcó un golazo, Nino de cabeza, y parecía que se metía en el partido, sobre todo cuando Higuaín y Cristiano se quitaron un gol mutuamente. Pero luego ambos protagonistas marcaron el cuarto y el quinto y la manita del Madrid se consumó.

Diego Celma

Imagen: alertadigital

 

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