Hace dos años, España se preparaba para ir al Mundial de Sudáfrica con todas las aspiraciones. El delantero que había marcado el gol decisivo en la final de la Eurocopa de 2008, aquel chico que tumbó a Alemania en el Prater de Viena, aquel Niño que maravillaba en Liverpool, salía justo a tiempo de una lesión y fue convocado a pesar de ello.
La roja arrastró esta decisión toda la competición porque su estado de forma era un agravio comparativo para el resto de compañeros convocados y especialmente para los que se habían quedado en casa sin ser llamados para este torneo.
Este año el dilema ha cambiado de nombre. Villa se rompió la tibia jugando el mundialito de clubes y está forzando la fase final de la recuperación. En palabras de Pep Guardiola, la recuperación va muy bien pero el problema es si, recuperado, estará a la altura de una Eurocopa con rivales de altura como Alemania u Holanda. ¿Se debería premiar a este chico porque con sus 5 goles nos llevaron al título mundial? ¿O viendo el fiasco que supuso la convocatoria de Fernando Torres debería evitarse tropezar en la misma piedra? Difícil decisión para Vicente.
Diego Celma
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