Foreman se había retirado en 1977, cuando en España se estaban organizando las primeras elecciones democráticas tras la dictadura de Franco. Este dato temporal lo comento para que ustedes valoren de qué épocas estamos hablando. Pues bien, 10 años después, ya ha finales de los 80, George Foreman provocó una convulsión en el mundo del boxeo anunciando que regresaba al cuadrilátero. Tenía 38 años por aquel entonces.
Su regreso fue fulgurante y fue cogiendo la forma necesaria hasta convertirse en un firme aspirante al título de los pesos pesados. La primera vez que lo luchó fue en 1991 contra Evander Holyfield. Perdió ese combate llamado por la prensa como “el combate de las edades”. En 1993 tuvo de nuevo otra oportunidad ante Tommy Morrison pero perdió ante ese rival que le despreciaba. Su sueño, que ya había conseguido en 1973 cuando se convirtió en campeón mundial de los pesos pesados, era volver a conseguir el cinturón. Pero se le escapaba una y otra vez.
Sin embargo, en 1994, en la final contra Michael Moorer consiguió la victoria por puntos convirtiéndose así en el campeón de los pesos pesados más viejo de la historia (45 años) y el que más había tardado en perderlo y volver a recuperarlo (20 años). En los albores del siglo XXI, un púgil que había conseguido la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de México 1968, saboreaba la gloria otra vez.
Diego Celma
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