Silva fue el encargado de abrir el marcador con un afortunado testarazo que entró por la escuadra de Buffon. Desde el comienzo del partido, Italia había entregado el esférico a nuestra selección porque salió atenazada al terreno de juego, como si tuviera menos experiencia que nosotros en este tipo de partidos y es que es lo que sucede, porque España lleva cuatro años de gloria.
El segundo gol, antes del descanso, fue un golazo de Jordi Alba, que corrió como Usain Bolt, como una exhalación para plantarse solo delante de Buffon y definir como un delantero de los de antes.
Las cosas pintaban muy bien, pero tras el descanso entró Di Natale y la Azurra tuvo sus opciones de acortar distancias. El resultado se mantuvo hasta que entró Fernando Torres tuvo una genial asistencia de Xavi Hernández y marcó sin mayor dificultad y con una gran sutileza.
Pero todavía quedaba algo que decir y de nuevo Torres fue protagonista, se plantó ante el guardameta italiano y le regaló el gol a su compañero de equipo, a Mata, y este marcó el 4-0 para delirio de la afición.
Incluso Ramos probó un taconazo que hubiera sido ya para regalarse, pero que Buffon detuvo con fortuna. 4-0, resultado histórico, Italia humillada y España coronada.
Diego Celma
Imagen: deportes.terra