Buena jornada para los representantes españoles en la máxima competición europea.
Real Madrid y Málaga consiguieron su objetivo y comienzan su andadura en Champions con sendas victorias.
Real Madrid
Partido vibrante el que se vivió ayer en el Santiago Bernabeu. Sin duda una noche que tardarán en olvidar los aficionados que ayer se desplazaron al campo para animar a su equipo. Con la sorpresa inicial de la alineación, donde Ozil y Ramos partían como reservas, el Madrid salió con ganas y actitud desde el primer minuto, recuperando el balón rápidamente cada vez que lo perdía ante un City cuya única amenaza eran las pocas apariciones de Silva y alguna internada de Toure.
La primera parte transcurrió con continuos ataques del Madrid, destacando los intentos de Cristiano y Di maria en ataque y una gran labor defensiva en la que destacó la actuación del lateral Arbeloa.
El City aguantó la presión del Madrid toda la primera parte y se puso por delante en el minuto 68 gracias a una contra culminada por Dzeko.
Parece que el gol despertó al conjunto blanco que mostró la versión del Madrid de las grandes noches en Europa y , tan sólo 9 minutos después, Marcelo empataba el encuentro. El fútbol volvería a ser injusto con el Real Madrid una vez más que veía como una falta lejana botada por Kolarov se introducía directamente en la portería de Casillas. Pero el Madrid volvió a tirar de casta y orgullo y , tan sólo un minuto despúes, Benzema ponía de nuevo el empate en el marcador tras un gran disparo ajustado al palo desde la frontal. Dos minutos más tarde llegaría la locura al Santiago Bernabeu con el gol de CR7 en el minuto 90. El astro portugués recortó hacia dentro y tiró por enésima vez, pero en esta ocasión el balón acabaria en el fondo de las mallas.
Al final el Madrid se llevó una victoria merecida, ya que cualquier otro resultado no hubiera sido justo con lo que se vió en el terreno de juego.
Málaga
Si la noche en Madrid fué para recordar, mucho más la vivida ayer en la Rosaleda. El equipo debutaba ante un Zenit que sólo pudo observar y ser espectador del gran juego despleagado por los de Pellegrini y del ambiente de ensueño vivido en el estadio.
El protagonista de la noche, sin restar méritos al resto de sus compañeros, fué un espectacular Isco, jugador llamado a ser una de las futuras estrellas del fútbol español. Ya en el minuto 3 dejó la primera perla del encuentro, regateando a la defensa del Zenit y ajustando el balón al palo con un toque de maestro. El Málaga se ponía rápido por delante y, 10 minutos después, uno de los fichajes de este año, el conejo Saviola, aprovechaba un precioso centro de Jesús Gámez para ampliar la ventaja. Y aún quedaba por llegar el tercer gol, otra joya de Isco que, desde la frontal, soltó un trayazo que se coló pos la escuadra ante el que nada pudo hacer el guardamenta del Zenit.
Noche perfecta en Málaga que vió debutar a su equipo como si de un vetarano se tratara.